jueves

Canción del pirata

Abro el correo y veo un nuevo mensaje de un alumno, Yago. Me envía la Canción del pirata de José de Espronceda. Esta canción me trae muy buenos recuerdos porque la recitamos en el colegio. Yago, me cuenta que también se la aprendió de memoria y que le gustó mucho. Me pide que la ponga en el blog. Me encanta, ¿alguien se puede negar? Imposible.
El grupo de música Tierra Santa utilizó sus versos para dos de sus canciones: La Canción del Pirata I y La canción del pirata II. Abajo os pongo un vídeo.
En este enlace podéis escuchar el poema.

Canción del pirata

Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, el Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

«Navega, velero mío,
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés,
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.


Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor.

Que es mi barco [...]

A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco [...]

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río;
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna entena,
quizá en su propio navío.

Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco [...]

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,

mi ley, la fuerza y el viento,

mi única patria, la mar.
»

La Canción del Pirata I - Tierra Santa

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martes

Mapa lingüístico familiar y de aula

Basándonos en una actividad realizada por Lu, hemos llevado a cabo una investigación sobre la familia y las lenguas. Los alumnos han preguntado a abuelos, abuelas, padres... para averiguar la procedencia geográfica de su familia y las lenguas que conoce cada uno. Gracias a Tagzania, cada alumno ha recogido sus datos en un mapa lingüístico familiar. En las descripciones de cada punto del mapa han redactado el lugar de origen del familiar y sus lenguas. Con todos estos puntos, hemos completado también el mapa lingüístico del aula. Además del mapa, han escrito un texto con toda la información. En las entradas anteriores se pueden ver ejemplos.

Esta experiencia ha hecho que los alumnos hablen con su familia y conozcan los nombres de las poblaciones donde nacieron sus padres y abuelos ya que la mayoría desconocía la procedencia geográfica de su familia. Han surgido muchas historias y recuerdos. Por otro lado, han reflexionado sobre las lenguas que conoce su familia y la pluralidad de lenguas existentes.
En los textos y los mapas se refleja la diversidad cultural y lingüística del aula, de España, y en definitiva, del mundo.

MAPA LINGÜÍSTICO DE AULA

mapalinguistico - Tagzania

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lunes

Puntos de libro



En la entrada anterior aparecen los doce pensamientos seleccionados en su formato original y ahora, en las fotos de arriba, se pueden ver los puntos de libro en los que se incluyen las reflexiones.

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Los doce pensamientos más representativos

Como ya comenté en otra entrada, los alumnos participaron en un trabajo literario en el que tenían que escribir sus pensamientos por un mundo mejor. Entre todas las reflexiones se escogieron los doce pensamientos más representativos. En ellos se destaca la variedad de temas y de lenguas. En este álbum podéis ver los escritos.

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domingo

Mi familia (Juan Manuel)

En este texto Juan Manuel nos explica la historia de su familia. Está llena de países, viajes, lenguas y culturas diferentes. Una auténtica diversidad.

Mis abuelos por parte de madre son de Lima, Perú. Se conocieron porque mi bisabuela dijo a mi abuela que se tenía que casar con un hombre mayor y que estuviera en buena posición. Por estos motivos se casaron. Mi abuela sabe castellano, quechua y un poco de inglés, y mi abuelo sabe castellano e inglés.

Mi abuelo por parte de padre es de Rosario, Argentina, descendientes de gallego-franceses. Y mi abuela paterna es de Mónaco. Los padres de mi abuela viajaron a Argentina para buscar trabajo, entonces mi abuela creció en Argentina y se casó con mi abuelo. Mi abuelo sabe castellano, francés, gallego, italiano e inglés, y mi abuela italiano, castellano e inglés.

Mi padre es de Rosario, Argentina, y mi madre es de Lima, Perú. Mi madre ha trabajado en Israel, Londres, Noruega y Grecia, y mi padre en París, Roma, Suiza, Irlanda y Grecia. En un viaje de trabajo a Creta, Grecia, se conocieron y se enamoraron. Luego como mi tío vivía en Madrid, viajaron hasta allí cuando mi madre estaba embarazada. Por lo tanto, yo nací en Madrid. Después de dos años nos trasladamos a Barcelona y fuimos a vivir a la plaza Cataluña. Estudié en el Colegio Jesuitas de Barcelona hasta los 10 años, luego durante dos años en el Immaculada Concepció y después en el colegio Amor de Dios. Luego nos fuimos a vivir a Roda de Barà porque mis tíos vivían allí y convencieron a mis padres para que nos fuéramos. Desde entonces vivimos en este lugar.

Mi padre sabe francés, italiano, griego, inglés, castellano, catalán y un poco de gallego. Mi madre conoce el griego, hebreo, catalán, inglés, castellano y un poco de noruego. Y yo sé catalán, castellano y un poco de inglés.

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sábado

Mi familia (Rosalía)

Rosalía nos explica la historia de su familia en este texto.

Mi abuela de parte de madre se llama Cipriana y nació en Castilla y León, pero se fue a vivir a Francia con su familia por cuestiones de trabajo. Mi abuelo materno se llama Miguel y nació en Puertollano (Ciudad Real). Se fue a Francia a trabajar y vivía cerca de mi abuela. Un día la vio pasar y pensando que era francesa le dijo guapa y ella le contestó: “Gracias, hombre”. Se conocieron y después se fueron a vivir a Italia. Mis abuelos hablan castellano, francés, italiano, catalán, portugués y un poco de inglés.

En Francia nació mi madre, Valerie, y sabe hablar castellano, catalán, francés, italiano, portugués y un poco de inglés. Cuando mis abuelos trabajaban dejaban a mi madre con su abuela Rosa en Puertollano. Mi padre, Modesto, nació en Alcañiz, pero a los dos años se fueron a vivir a Puertollano porque mi abuela tenía allí a su familia. Una de las veces que mis abuelos maternos dejaron a mi madre con su abuela, mis padres se conocieron y se casaron. Mi padre conoce el castellano y un poco el catalán.

Mi abuelo Modesto nació en Tenebrón (Salamanca). Él trabajaba en Alcañiz (Teruel) de profesor y allí conoció a mi abuela Rosalía que trabajaba limpiando. Mi abuela nació en Puertollano y se fue a trabajar a Alcañiz para ayudar a su familia. Mis abuelos paternos hablan castellano y un poco de francés.

En Puertollano nacimos mi hermana mayor Natalia, mi hermana pequeña Ainoa y yo. Conocemos el castellano, el catalán y un poco el francés. Después de siete años nos fuimos a vivir a Roda de Barà por motivos de trabajo.

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jueves

A través de un pozo

Este es el texto de Judith Riambau.

Tenía sueño, mucho sueño, pero había una luz que me irritaba los ojos y me obligaba a abrirlos. Era la luz del sol en medio de la oscuridad. Cerré los ojos, pero la necesidad de saber dónde estaba me obligaba a abrirlos. Me levanté del suelo y me di cuenta de que estaba en un pozo que conducía al pasado, pero sin agua. Intenté recordar cómo había llegado hasta allí, pero me dolía mucho la cabeza y no podía pensar. Escuché una voz, miré hacia arriba y me di cuenta de que era a mí a quien llamaban. Cuando finalmente me ayudaron a salir, me fijé en las personas que me habían ayudado. No se veían normales, no las había visto nunca y llevaban unos vestidos..., parecían unos personajes de la película “Tarzán”.

Miré a mi alrededor, no había árboles, ni plantas, nada, no había nada, luego vi a unos niños de idénticas características que los mayores. Empecé a sentir miedo, pero me di cuenta de que eran buena gente. Me miraban extrañados porque yo era diferente. Me veían como algo nuevo. Y sin dejar de observarlo todo, me di cuenta de que me encontraba en la Prehistoria. Pero, ¿cómo? Empecé a ir recordándolo todo: la tarde del viernes, después de ir al cine con mis amigas, me fui yo sola al bosque a buscar leña, y sí, me caí en un pozo. Ahora lo recuerdo todo perfectamente.

Tenía que pensar en cómo regresar. ¿Y si me volvía a meter en el pozo? A lo mejor eso servía. Pero no creía que fuera tan fácil, me fui a un sitio donde pudiera estar sola y empecé a pensar. Lo tenía: si utilizaba unas cañas y algo útil de lo que encontrara, podría construir una máquina para volver al presente. ¿Quién sabe? En clase, nos habían enseñado muchos trabajos técnicos. Pero empezaría a construirla al día siguiente, ahora estaba cansada.

Cuando desperté, me puse a buscar todo lo que necesitaba y empecé mi trabajo. Al cabo de varios días lo terminé. Ya lo había construido. Y ahora sólo me quedaba saber si funcionaría, estaba ansiosa por probarla, ¿pero, y si no funcionaba? No me podía arriesgar, tenía que encontrar algo útil para probarla. En ese instante me acordé de lo que explicaron en clase de que los científicos utilizaban unas cobayas para hacer experimentos y en esos instantes pasó una cobaya, y decidí probar con ella, ¡funcionó! La cobaya desapareció. Ahora ya podía ir yo. Estaba más ilusionada que nunca. Seguro que funcionaba, y me metí derecha en la máquina, todo se movía y me di cuenta de que el paisaje cambiaba. ¡Lo había conseguido! Iba de regreso a mi casa. Cuando llegué se lo conté a todo el mundo, pero nadie me creyó.

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